La glutamina es un aminoácido no esencial o “ condicional”. ¿Qué significa esto?
Con “ no esencial” se refiere a que en condiciones fisiológicas normales se fabrica a partir de otros aminoácidos, la valina e isoleucina, pero que en ciertas situaciones caracterizadas por elevados niveles de estrés ,como podría ser una operación quirúrgica, una patología grave como un cáncer, problemas emocionales debido a una situación personal compleja o incluso en la realización de actividades físicas muy intensas y prolongadas (deportes de fuerza, de velocidad, entrenamientos pesados prolongados o un triatlón, por ejemplo), la cantidad de glutamina sintetizada por el organismo puede llegar a ser deficitaria y pasaría a ser, entonces, un aminoácido esencial al necesitar ser obtenido por medio exógeno para alcanzar la cantidad requerida en dichas situaciones.
Las funciones que desarrolla este aminoácido “semi-esencial” son tan numerosas que es uno de los aminoácidos más abundantes de nuestro organismo, encontrándose principalmente en el sistema músculo-esquelético y el sistema digestivo, así como en el plasma sanguíneo.
Destacando sus funciones más importantes encontramos:
- Es un aminoácido necesario para el crecimiento celular
- Participa en la regulación de la síntesis de glucosa hepática
- Necesaria para la síntesis de proteínas musculares.
- Aporta energía a las paredes de la mucosa intestinal
- Substrato importante para la producción renal de amoníaco y urea.
- Participa de forma importante en procesos metabólicos de recuperación en enfermedades y lesiones.
- resulta ser una fuente de energía esencial para las células del sistema inmunitario, como son los linfocitos, leucocitos y los macrófagos.
Respecto a la glutamina, se han realizado múltiples estudios científicos, tanto a nivel clínico como deportivo. A nivel clínico, se ha confirmado que la toma de un suplemento de glutamina mejora muchísimo el estado crítico de pacientes con patologías graves (como quemados, pacientes post-quirúrgicos, infecciones graves) y, en relación al ámbito deportivo, la glutamina influye muy positivamente en la recuperación de atletas tras una competición o un entrenamiento intenso, pues previene la degradación del tejido muscular y refuerza el sistema inmunitario.
A grandes rasgos pues, podemos intuir la importancia que tiene la glutamina para nuestra salud general y, en especial, en presencia de ciertas patologías o estados graves de salud.
Sin embargo, si concretamos un poco más dentro de su campo de actuación, podemos destacar su implicación en alteraciones o patologías del sistema digestivo, las cuales en la sociedad actual están aumentando a ritmo vertiginoso.
Como ya mencioné al enumerar algunas de sus funciones, la glutamina proporciona energía a las células de la mucosa intestinal y al páncreas.
No obstante, ante situaciones fisiológicas críticas (como las que se han ejemplificado anteriormente) en las que nuestro organismo consume todas las reservas de glutamina, el déficit de este aminoácido provoca alteraciones que incrementan la impermeabilidad intestinal, lo que conlleva la penetración de moléculas de gran tamaño ( macromoléculas) , como pueden ser bacterias, gérmenes y toxinas. Pero esto no es todo, pues además causa mal absorción de nutrientes, así como gastritis, disbiosis de la microbiota, distensión abdominal e incluso aumenta el riesgo de sufrir patologías más graves como son la enfermedad inflamatoria intestinal ( EII) o la colitis ulcerosa.
Por todo ello, llegar a los niveles requeridos de glutamina es de vital importancia para el mantenimiento de una buena salud intestinal y metabólica. En estos casos, alcanzar los requerimientos de glutamina a través de fuentes de alimentos que la contienen, principalmente de origen animal como carnes y pescados, lácteos, etc. podría llegar a ser insuficiente, siendo en estos casos de gran utilidad la toma de un suplemento de glutamina de calidad.
Ahora bien, dejando a un lado su implicación a nivel más clínico y centrándonos en el mundo deportivo: ¿qué hay de cierto en la creencia que la glutamina proporciona grandes beneficios a nivel deportivo?
Si reflexionamos un poco sobre todo lo expuesto en este artículo, sí que podemos encontrar una fuerte relación entre la glutamina y su papel favorecedor en la práctica deportiva.
¿ Cuál es entonces su papel respecto al deporte? Y, ¿ Cómo puede intervenir a esa mejora a nivel físico?
Pues, si recordamos todo lo comentado, la glutamina ayuda a una buena absorción de nutrientes, al mantenimiento del equilibrio de la microbiota y también contrarresta los efectos del estrés al reforzar el sistema inmunológico, lo que se traduce también, en el hecho de que evita una disminución de las defensas del organismo tras la realización de una actividad física intensa, la cual genera siempre un estrés oxidativo importante que contribuye a acelerar el envejecimiento.
Así, si un deportista goza de un buen estado de salud ,tanto a nivel nutricional como general, esto le llevará a poder realizar buenos entrenamientos manteniendo un buen rendimiento deportivo, pues será capaz de recuperarse rápidamente de sus entrenos, disminuirán sus episodios de debilidad y cansancio, tanto a nivel físico como mental y, además, gracias a la capacidad de la glutamina de estimular la síntesis de glucógeno, tanto a nivel muscular como hepático, contará con un aumento de energía y una potenciación de las acciones anabólicas al mismo tiempo que tendrá disminuirán los procesos de catabolismo o degradación de tejido muscular.
En conclusión, tanto si estás pasando una época difícil debido a problemas personales, si sufres estrés laboral como si eres un deportista regular que se encuentra en una época de mayor cansancio y has bajado tu rendimiento físico, la suplementación con glutamina ( y no sirven las bebidas energéticas típicas que la contienen, pues no son en absoluto nada saludables) puede ser una buena opción para recuperarte tanto a nivel físico como anímico y rendir de nuevo al máximo en tus rutinas y desafíos diarios.
REFERENCIAS:
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