En esta ocasión te traigo un delicioso, nutritivo y, sobretodo, saludable, bizcocho de zanahoria y manzana. Es un bizcocho muy tierno y jugoso gracias a las manzanas, que le aportan la suficiente humedad para que la masa no quede tan compacta. Los copos de avena también ayudan a este cometido, pues si sólo se utiliza harina integral de avena, el resultado será un bizcocho muy compacto y endurecido. Además, al usar tanto zanahorias como manzanas ecológicas, he añadido a la masa la piel de ambos alimentos, para beneficiarnos de todas las vitaminas y fibra que nos pueden aportar entre ambos alimentos.
INGREDIENTES ( 8-10 raciones)
-2 manzanas golden
- 2 zanahorias grandes
-100 g de copos de avena
-100 g de harina integral de avena
-2 huevos + 6 claras
-30 g aceite de coco ecológico
-1 cucharada de esencia de vainilla
-1 cucharada de postre de canela molida
-1 cucharadita de café de Jengibre + 1 cucharadita de café de Nuez Moscada
- una pizca de sal
- estevia líquida ( o azúcar de abedul o un endulzante de tu preferencia, a ser posible que no sea azúcar).
- 1/2 sobre de levadura química
-Opcional: almendra laminada para decorar

ELABORACIÓN
- Precalentar el horno a 180º.
- En un recipiente mezclar todos los ingredientes secos: los copos de avena, la harina integral de avena ( o la que se prefiera: trigo integral, centeno, espelta integral...), la sal, las especias y la levadura. Remover bien para integrar los alimentos.
- Rallar las zanahorias y mezclarlas con la masa seca ( también se puede añadir al final de todo).
- En una batidora de vaso agregar las manzanas troceadas, los huevos, las claras , el aceite de coco y la cucharada de esencia de vainilla con el endulzante líquido o el de elección. Batir muy bien.
- Mezclar en el mismo bol la masa batida y remover muy bien, para obtener una masa homogénea y sin grumos.
- Verter en un molde apto para horno toda la masa y añadirle almendras laminadas como decoración, si se quiere.
- LLevar al horno a máximo 180º durante unos 45 minutos ( comprobar pinchando un palillo hasta ver que sale limpio y la masa está bien cocida).
Una vez bien horneado, dejar enfriar sobre una rejilla y cuando se atempere, puede comerse, aunque queda mucho mejor dejarlo enfriar en la nevera y comerlo al día siguiente, pues el sabor será más intenso y la textura más agradable al paladar.
Vanessa García Amate
Dietista Integrativa